Facebook quiere acabar con el segundo intercalar: un sinvergüenza que se mete con nuestras vidas

Hasta hoy, seguro que nunca habías oído hablar de los segundos bisiestos… segundos, no años. Desde 1972, de vez en cuando añadimos un segundo a nuestro reloj global para tener en cuenta las variaciones en la velocidad de rotación de la Tierra. Cuando se ralentiza, añadimos un segundo. Hasta ahora, hemos añadido 27.

Puede que pienses que esto no tiene ningún impacto en ti (o que estés encantado de tener un segundo extra libre), pero si recuerdas que no pudiste acceder a Reddit en 2012 o a decenas de sitios web con soporte de Cloudflare que se quedaron sin conexión en 2017, entonces te has enfrentado a la fría y dura cara de un segundo bisiesto.

Resulta que Meta, una empresa que no es necesariamente conocida por tener siempre nuestros mejores intereses en el corazón, no es fan de los segundos intercalares. Meta quiere acabar con ellos, y esta semana ha expuesto sus argumentos en un extenso artículo de su blog (se abre en una nueva pestaña) sobre el tema.

No se trata de algo personal, dice Meta (aunque puede ser un poco autocomplaciente): La red global de la empresa se enfrenta a los mismos retos que todas las demás cuando se trata de este aparentemente inofensivo tic-tac adicional del reloj. La implementación exitosa de un segundo bisiesto, que provoca un tartamudeo de un segundo del reloj mundial para añadir ese ritmo extra, es una sincronización precisa de un cuerpo de baile global al que no se le han enseñado todos los pasos.

un cuerpo de baile global al que no se le han enseñado todos los pasos

Si, como suele ocurrir, todos los sistemas no gestionan el cambio de la misma manera o no lo comunican a tiempo, en una fracción de segundo, sistemas como los descritos anteriormente -sistemas en los que confías- se bloquean.

Para ser claros, los segundos bisiestos no son una ocurrencia anual o garantizada. Han sucedido poco más de la mitad de los años que hemos tenido el sistema en funcionamiento, pero pueden ocurrir con una regularidad impredecible, y la interrupción puede ser incalculablemente mala.

Aprender sobre los segundos intercalares es tan desorientador como aprender sobre el efecto 2000. (se abre en una nueva pestaña) fue a finales de los años 90. Hasta ese momento, habíamos disfrutado de una primavera digital, casi veinte años con los PC domésticos, y décadas más con los ordenadores empresariales y centrales que hacían nuestra vida cotidiana mejor y más productiva. Entonces alguien se dio cuenta de que nadie había programado la mayoría de los sistemas para el cambio que se produciría cuando la fecha pasara de 1999 a 2000. Se nos dijo que Internet y una multitud de otros sistemas podrían colapsar sin más. Las empresas y los bancos caerían, y habría pánico mundial.

Todo el mundo se asustó un poco… hasta que los desarrolladores e ingenieros como los que trabajan hoy en Meta reconocieron el riesgo y empezaron a trabajar para adaptarse. Para cuando llegó el 1 de enero de 2000, el temido armagedón era prácticamente inexistente.

Nos preparamos. Y así sobrevivimos.

La existencia del segundo bisiesto probablemente no es una situación tan grave, probablemente. Sin embargo, tiene ese potencial de «mariposa batiendo sus alas en Houston y provocando un tsunami en Taipei». Como señala Meta, «como industria, nos topamos con problemas cada vez que se introduce un segundo bisiesto. Y como es un acontecimiento tan raro, destroza a la comunidad cada vez que ocurre».

Hasta ahora no conocías el segundo bisiesto, pero quizá tenga sentido reconocerlo y, ahora, apoyar su desaparición.