Este rival de ChatGPT te permite hablar con cualquiera, vivo o muerto

Foto del autor

Jaume Copons

La revolución de la inteligencia artificial ha tomado Internet por asalto en los últimos meses, con propuestas como ChatGPT que plantean preguntas difíciles sobre cómo, cuándo y por qué deberíamos recurrir a los robots en busca de respuestas y compañía.

Los chatbots, en particular, han demostrado ser una emocionante (y controvertida) nueva frontera para la inteligencia artificial, y la última creación llamativa es Character.AI (se abre en una nueva pestaña) – una herramienta que te permite conversar con réplicas digitales de casi cualquier persona, viva o muerta, ficticia o no.

Fundada por los antiguos investigadores de Google Daniel De Freitas y Noam Shazeer, Character.AI -de forma similar a ChatGPT- se nutre de artículos, noticias, libros y otras fuentes digitales para generar respuestas plausibles de las personas (o personajes) que elijas. ¿Siempre has querido arrancarle la oreja a Alfred Hitchcock sobre el impacto del streaming en el cine moderno? ¿O ponerte lírico con Abraham Lincoln sobre el estado de la política contemporánea? Pues ahora puedes. Más o menos.

Lo más importante es que Character.AI sólo pretende entretenerte, no informarte, como advierte el sitio web: «¡Todo lo que dicen los personajes es inventado!». De hecho, sus creadores declararon a The New York Times (se abre en una nueva pestaña) en una entrevista reciente: «Estos sistemas no están diseñados para la verdad. Están diseñados para una conversación plausible […] Carácter.La IA es útil hoy en día: para divertirse, para apoyo emocional, para generar ideas, para todo tipo de creatividad.»

A diferencia de ChatGPT, Character.AI no pretende convertirse en tu motor de búsqueda. Todo lo contrario. Como señala The New York Times, «empresas como Character.AI confían en que el público aprenda a aceptar los defectos de los chatbots y desarrolle una sana desconfianza hacia lo que dicen».

También vale la pena señalar que, independientemente de con quién elijas hablar a través de Character.AI, las respuestas estarán escritas en inglés ordinario. Jonas Thiel, estudiante de socioeconomía en una universidad de Alemania, declaró a The New York Times: «Si lees lo que alguien como [philosopher Karl] Kautsky escribió en el siglo XIX, no utiliza el mismo lenguaje que usamos hoy. Pero la IA [at work in Character.AI] puede traducir de algún modo sus ideas al inglés moderno ordinario».

Está claro que ese elemento de Character.AI tiene cierto valor en el mundo real: el programa ofrece una forma sencilla de llegar al meollo de teorías y filosofías complejas, sobre todo las escritas por eruditos centenarios (como en el caso de Thiel y sus estudios sobre Kautsky).

Más allá de eso, sin embargo, Character.AI parece ser una creación puramente novedosa que sirve a un propósito totalmente diferente al de ChatGPT y, sospechamos, a los sistemas similares actualmente en desarrollo en gigantes tecnológicos como Google y Meta.

¿En cuanto a las implicaciones éticas de chatear con versiones ficticias de personas de la vida real (muertas o no)? Bueno, esa es una cuestión mucho más amplia.