Cada vez más personas en todo el mundo recurren a los mejores servicios VPN. Ya sea para eludir la censura en línea, mejorar su privacidad en línea, desbloquear plataformas de streaming extranjeras o una mezcla de todo ello, la velocidad de conexión siempre será crucial para todos los usuarios.
En cuanto a su funcionamiento, una VPN encripta todos los datos que salen de tu dispositivo para luego desencriptarlos cuando llegan a su destino final.
Y, aunque es poco probable que notes una gran diferencia cuando utilices los servicios VPN más rápidos del mercado, el proceso de encriptación afectará inevitablemente a tu conexión a Internet, aunque sólo sea un par de Mbps.
Al mismo tiempo, hay algunas situaciones en las que el uso de una VPN puede ayudarte a mejorar tu rendimiento general en Internet.
Veamos ambas situaciones con más detalle.
Por qué una VPN puede ralentizar tu conexión
Ya hemos mencionado que el principal factor que afectará a la velocidad de tu VPN es cifrado. Esto se debe a que el proceso de codificación de datos consume inevitablemente tiempo.
Cada vez que enciendes una VPN, todos los datos también pasan por uno de sus servidores. Esto añade un paso extra que puede afectar negativamente a los resultados de tu conexión a Internet. Sin embargo, no te preocupes demasiado, ya que aquí la disminución de la velocidad suele ser imperceptible.
Otros factores que pueden ralentizar la velocidad de tu VPN son:
- Ubicación del servidor VPN. La distancia entre usted y el servidor elegido es a menudo la razón principal por la que la velocidad de su conexión disminuye. Dado que todo el tráfico tiene que pasar desde tu dispositivo a través del servidor VPN, la conexión será obviamente más rápida si se reduce la distancia física entre ambos.
- Carga del servidor VPN. A menos que consigas una IP dedicada que sólo tú puedas usar (algunos servicios como NordVPN y CyberGhost ofrecen esta opción por un coste adicional), muchos usuarios estarán conectados a la misma red que tú. Si ésta se sobrecarga, puede producirse una caída de la conexión. Los servicios VPN gratuitos son más propensos a sufrir este problema.
- Protocolo. Ya hemos dicho que el cifrado es la principal causa de que una VPN ralentice la velocidad de Internet. Por lo tanto, el protocolo de seguridad que define el tipo de cifrado empleado es un factor determinante. Los protocolos modernos como WireGuard y Lightway son mucho más rápidos que los protocolos más antiguos como OpenVPN.
Cuando una VPN puede mejorar tu conexión
Utilizar una VPN no significa necesariamente que tu velocidad de Internet vaya a disminuir. Si eliges un servicio fiable y eres consciente de elegir el mejor servidor y protocolo de encriptación según tus necesidades, es poco probable que experimentes alguna diferencia con respecto a tu conexión normal.
Es más, una VPN puede incluso ayudar a mejorar tu velocidad general de Internet en ocasiones.
Esto se debe a que, cuando la actives, tu proveedor de Internet no podrá rastrear tus actividades online. Esto te permitirá evitar la limitación del ancho de banda o del ISP, lo que en última instancia hará que tu conexión a Internet sea más rápida.
El estrangulamiento del ancho de banda es la práctica por la cual tu proveedor de servicios de Internet ralentiza intencionadamente tu conexión a Internet. Puede ser para gestionar la congestión de la red, por ejemplo. Por eso, usar una VPN para juegos puede ayudarte a obtener mejores tasas de rendimiento mientras juegas online.
La limitación de Internet también puede ocurrir cuando alcanzas tus límites de datos mensuales, y los países autoritarios a menudo limitan Internet para imponer la censura en línea sobre contenidos no deseados.
Cómo mejorar la velocidad de tu VPN
Si tu conexión a Internet es cada vez más lenta mientras utilizas una VPN, hay algunos trucos que puedes utilizar para mejorar tu rendimiento general en línea.
Sin embargo, antes de jugar con los ajustes, debes asegurarte de que tu VPN es realmente la que te está ralentizando. Por eso te recomendamos que empieces haciendo un par de pruebas de velocidad, con y sin el software.
Prueba de velocidad (se abre en una nueva pestaña) es una de las mejores herramientas de prueba de velocidad que existen, y es uno de los servicios que utilizamos cuando revisamos VPNs. Para conocer todos los detalles, consulta nuestra explicación dedicada a la prueba de velocidad de banda ancha.
Una vez que determines que es la aplicación VPN la razón de tu mala conexión, prueba los consejos que te damos a continuación:
- Cambiar el servidor VPN: Como hemos dicho antes, el servidor VPN que elijas puede afectar enormemente a tu conexión, ya sea por la distancia o por la sobrecarga. Cambiar de servidor puede ser justo lo que necesitas para disfrutar de un mejor rendimiento. No te preocupes, ya que los mejores proveedores ofrecen una gran variedad de servidores internacionales; por ejemplo, nuestro proveedor favorito, ExpressVPN, cuenta con más de 3.000 en 94 países.
- Cambiar el protocolo de encriptación: Dado que el cifrado es otro de los principales factores que afectan a la velocidad de Internet, cambiar el protocolo VPN también puede ser beneficioso en este caso. Solo tienes que ir a la configuración de tu aplicación VPN y personalizar tu elección. Entre todas las disponibles, WireGuard es la opción más rápida por la que puedes optar ahora mismo.
- Habilitar túnel dividido: Muchos servicios VPN también ofrecen una función interesante que puede ser útil para aumentar la velocidad de Internet. Como su nombre indica, el túnel dividido te permite decidir qué tráfico dirigir a través del túnel cifrado y cuál dejar fuera. Esta práctica puede ser muy útil si tu velocidad de banda ancha ya es bastante baja.
- Reinicia tu dispositivo: Una forma antigua y fácil de solucionar problemas con la tecnología, reiniciar tu dispositivo o router doméstico puede ser justo lo que necesitas para mejorar las cosas. Podría ser que el búfer de memoria de tu hardware necesite ser vaciado, o, tal vez, hay algunos programas pesados ejecutándose en segundo plano. Lo mismo puedes hacer con tu aplicación VPN.
- Actualiza tu sistema operativo: A veces el dispositivo que utilizas es el culpable de la lentitud de tu conexión. Comprueba si tu sistema operativo está actualizado. Si no es así, actualízalo a la última versión.
- Utiliza una conexión por cable: Una conexión Wi-Fi es mucho más cómoda, pero a veces también puede ser más inestable. Si tu velocidad de banda ancha no es la mejor, prueba a cambiar a una conexión por cable para estabilizar tu conexión a Internet.